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Curiosidades y Leyendas de El Monasterio de El Escorial

A pocos kilómetros de Madrid se encuentra una obra que domina la sierra madrileña: el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial.Antes de entrar en las leyendas que rodean a este lugar, vamos a conocer su entorno natural.
Foto 1 de Monasterio

El pueblo de San Lorenzo de El Escorial está rodeado de montañas, algunas famosas, como el monte Abantos, y otras desconocidas, como el Pico del Fraile o las impresionantes Machotas. Cualquier ruta que se realice por la zona puede resultar un maravilloso paseo por el Bosque de la Herrería, la Calzada romana o el Arboreto de Luis Ceballos.

Además de admirar y visitar el Monasterio de El Escorial y el pueblo de el Escorial, también podemos ver: el Monasterio de Prestado donde se alojó Felipe II mientras construía el Monasterio, la Iglesia de San Bernabé, la Casita del Príncipe, la Casita del Infante o el Teatro Real Coliseo de Carlos III.

Ahora, vamos a relatar algunas de las leyendas y curiosidades en torno a lo que sucedió durante la construcción de El Monasterio de San Lorenzo del Escorial.

Leyendas del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial

Las puertas del infierno

La primera de las leyendas cuenta que el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, se construyó en ese lugar porque se pensaba que allí estaban situadas las «puertas del infierno». Existían unas galerías de unas antiguas minas por donde se accedía al infierno y al construir encima de esas galerías se evitaba la salida de Satanás.

Otra leyenda habla de una comisión que trataba de localizar el sitio definitivo donde construirlo cuando fueron testigos de una atronadora tormenta, que obligó a los vecinos a encerrarse en sus casas. Siguieron buscando pero la constante caída de relámpagos les hizo comprender que ese debía ser el lugar ideal.

La verdad es que el Monasterio se construyó en aquel lugar por la salubridad del aire de la Sierra de Madrid y su cercanía a la capital.

La parrilla

La planta del edificio y sus torres recuerdan la forma de una parrilla, lo que tradicionalmente se ha interpretado como un homenaje a San Lorenzo que fue quemado vivo en una hoguera, concretamente en una parrilla.

Monasterio de El Escorial. Fotografía_ blizniak en Pixabay.jpg

El perro negro

La leyenda cuenta que durante la construcción del monasterio aparecía todas las noches un perro negro  ladrando y aullando, lo que impedía el sueño de los obreros y ralentizaba la construcción.  El rey Felipe II ordenó que le dieran caza y una vez muerto, lo colgaron de una de las torres donde permaneció su cadáver durante mucho tiempo.

Esta leyenda tiene una explicación: El marqués de Navas, amigo y consejero de Felipe II, visitó las obras del Monasterio, acompañado de un magnífico sabueso. A la salida, el perro quedó perdido sin acertar con la salida, y por eso lanzaba tristes gemidos.

La piedra filosofal

Dicen que Felipe II estaba obsesionado con la piedra filosofal y utilizaba la alquimia para encontrarla. Por este motivo, creó una gran biblioteca con tratados relacionados con la magia, astrología, brebajes curativos, etc.. Pero lo cierto es que, Felipe II estaba interesado en la alquimia por su delicada salud porque creía que a través de ella mejoraría.

Biblioteca Monasterio de El Escorial.Fotografía_PromoMadrid on Foter.com CC BY-SA

La Sala de los secretos

Muy poca gente conoce esta sala. Es una pequeña sala oscura y sin ningún ornamento que se encuentra situada, saliendo del Panteón de Infantes. El arquitecto Juan de Herrera consiguió que, dos personas colocadas en ángulos opuestos de dicha sala pudieran conversar, sin chillar y escuchándose con claridad, mientras que los que estaban en medio no oían nada, debido a que la voz emitida en un ángulo, por sucesivas reflexiones converge en el ángulo opuesto.

La llave maestra

Cuentan que, todos aquellos que vivían en el monasterio se extrañaban de tener varias llaves y dar tres vueltas a la llave, en cada puerta, para abrirlas. Sin embargo, el Rey solo tenía una y solo debía de dar una vuelta para abrir.

Monasterio San Lorenzo de El Escorial. Estatua de San Lorenzo. Fotografía_Jebulon en Wikimwdia Commons.jpg

El tesoro del renegado

Una de las mejores leyendas es la del renegado. Uno de los obreros del monasterio creyó los rumores de que el Rey no podría sufragar los gastos de la construcción y huyó al monte con una bolsa llena de monedas, con tan mala suerte que cayó en una ciénaga y se hundió allí. Nunca más se supo de él ni de la bolsa de monedas.

Apariciones Reales

También se decía que, las cuatro mujeres de Felipe II (María de Portugal, María Tudor, Isabel de Balois y Ana de Austria) paseaban después de muertas, con cirios en las manos por la lonja del monasterio, en las noches de luna llena.

Estatua de San Lorenzo

Encima de la entrada a la Basílica del Monasterio existe una escultura de San Lorenzo, realizada por Juan Bautista Monegro. Se trata de una pieza de cuatro metros de altura, cincelada en piedra berroqueña que tiene la cabeza, pies y manos realizadas en de mármol blanco.

La leyenda cuenta que San Lorenzo está mirando a la montaña que se encuentra a su frente, donde dicen que hay escondido un tesoro.

La bóveda plana

Cuando el primer arquitecto encargado de la construcción del monasterio murió, el rey lo sustituyo por su discípulo pero no se fiaba demasiado de él. Cuando acabo la bóveda colocó justo en medio una columna hueca de cartón piedra y pintada de granito para que sirviera de sustento. Mandó llamar al rey y se la enseño.

El rey asustado e indignado le dijo que dónde había visto una bóveda sujeta por una columna, justo donde más estorbaba y mandó derruirla. Herrera dió un empujón a la falsa columna que cayó al suelo quedando el rey asombrado ante la gran bóveda plana, que parecía sustentada en el aire como por arte de magia exclamando: Herrera con los reyes no se juega. Desde aquel momento el rey le nombró Arquitecto real.

Los ladrillos de oro

La leyenda cuenta que el embajador de Francia dijo a Felipe II que era muy fácil comenzar una obra tan grande. El mérito estaba en acabarla, porque el mundo está lleno de monumentos inacabados. Cuando estaban terminando la obra, Felipe II mandó colocar en la aguja más alta de la cúpula de la Basílica un ladrillo de oro, como réplica al desconfiado embajador, y dos más, en las dos torres de las campanas.

Una vez terminado el Monasterio volvió el embajador francés a El Escorial y preguntó al rey de donde procedían unos fulgores dorados que se veían en lo alto del Cimborrio. El rey  le contestó que para finalizar la obra nos faltó la piedra y nos sobró el oro y por eso mandé colocar allí ladrillos de oro.

Cuando el sol se posa en las torres del Monasterio de El Escorial, algunos sillares desprenden un fuerte brillo dorado. Al observar el edificio en la distancia, da la sensación de que hay ladrillos fabricados con oro. La realidad es que, se trata de una urna  o caja de reliquias de Santa Bárbara, cubierta con una lámina de bronce dorado a fuego que refleja los rayos del sol.

La última piedra

Otra curiosidad es saber dónde se encuentra ubicada la última piedra. Está entrando al patio de Reyes por la Lonja, a la izquierda, en el último sillar de la cuarta pilastra. Si observamos, se ve una una cruz negra labrada en la curva del sillar y en el sobrelecho se puso una urna con un pergamino, con el día, el año, los evangelios y quien era el rey, el Papa y el Prior en ese momento.

Foto 2 de Monasterio

Estas son algunas de las leyendas más populares del Monasterio de San Lorenzo de el Escorial. Para conocerlas todas tenemos que visitar el lugar y entrar en contacto directo con el edificio y sus alrededores.

Estamos seguros de que si vais por primera o si repetís la visita a El Monasterio de El Escorial lo veréis de una manera diferente.

Si visitáis San Lorenzo de El Escorial, os recomendamos leer nuestro artículo Los mejores restaurantes en San Lorenzo de El Escorial. Además te dejamos aquí una opción buenísima para poder conseguir aquí entradas al monasterio o realizar una visita guiada pinchando aquí abajo ⬇️

Cómo llegar

  • Lugar: Plano de situación.
  • En coche: Carretera A-6, salida 47.
  • Cercanías: Línea C8A, el tren te deja en la estación del pueblo de El Escorial y debes caminar unos 15 minutos hasta el monasterio o tomar un autobús.
  • Autobús: Línea 661 (por galapagar) y 664 (por Guadarrama) desde Plaza de Castilla.

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